...y eso a veces está bien.
Me desperté con un par de frases cursis camufladas en los besos que abrazaban mis oídos y algunos susurros escondidos en los pliegues de la entrepierna, bajo tus sábanas tibias.
De pronto y al sonido de una canción algo trillada y de las mentiras que digo cada mañana - que lo son aún más - me sentí contenta... por mí.
De pronto y al sonido de una canción algo trillada y de las mentiras que digo cada mañana - que lo son aún más - me sentí contenta... por mí.
¡Gracias, vos!
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