1.03.2008

2008

Hoy oficialmente arranca mi año, hasta ayer llegaron mis montañosas vacaciones y hoy, después de ocho horas de viaje, vuelvo a la rutina.
Pero ahora algo es distinto, porque como dijo mi nena al dar las 12:
Esto se acabó, ya fue suficiente.
Muchas cosas se cerraron el 31 a las 00:00 para mí - no porque el Año Nuevo sea mágico y en una cuenta regresiva el mundo cambie radicalmente - sino porque así lo decidí.
No creo en eso de los propósitos de fin y principio de año porque al fin y al cabo, se quedan en pura hablada y sólo lo que una de verdad quiere hacer y está en condiciones, lo consigue; lo haya escrito como propósito para el nuevo año o no.
A pesar de eso, para mi el 1 de enero amaneció distinto - además con una goma de la grandísima- hay cosas por dentro que se sellan, se abrazan en recuerdos y puedo sonreir viéndolas de lejos, porque así lo quiero.
Ahora vienen 365 días (bueno 363, ya se me fueron 2) para escribir cosas nuevas y dejar manchones de colores en todas las vidas que pueda.
Nos cae de golpe un Año sin Efecto del Niño... Eso es raro y definitivamente la vamos a ver fea con eso del clima, pero al fin y al cabo, los malos tiempos son para aprender a hacerles frente.
Así que a quienes leen de vez en cuando este espacio les deseo un 2008 lleno de complicaciones, cagadas y tormentas, para que puedan descubrir más sonrisas o por lo menos, el maravilloso sabor las pocas que aparecen cuando escasea la esperanza.

3 comentarios:

Andrés A. Villalobos Vargas dijo...

a mi me encantan la tormentas... y las cosas que relampaguean...

ojalá este sea un año tempestuoso y poco trivial para todos...

1000pero dijo...

No se que le espera a Costa Rica en el 2008 - pero en Cuba los santeros predicen catástrofes climátologicas (¡hello!, obvio), entre otras cosas, pero curiosamente se reservan cualquier vaticinio acerca del futuro del tirano de la isla.

oscar dijo...

Comparto su opinión sobre los propositos.... Continue mestizándose este 2008!!! SUERTE EN TODO!!