¡Haga patria, mate un policía!

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- Hey, ¿porqué le pega?
- Usted siga caminando. No se meta.

- Muchacha, ¡ayúdeme, yo no hice nada!

- Y usted cierre la boca o...
- Sí me meto, ¡no le pegue! ¿qué le pasa?
- Camine, camine.
- En serio, suéltelo. El mae no está haciendo nada.
- Usted cállese, que nadie la mete.
- Yo me meto sola, usted le está pegando a un muchachito en la vía pública y tengo todo el derecho de intervenir. ¡Suéltelo!
- Es un delincuente, ¿acaso importa?
- Es una persona, y sí, a mi sí me importa.
- ¿Vé? Es por gente como usted que el país está como está.
- ¡No! Es por culpa de hijos de puta uniformados como usted que este mundo es la mierda que es.

Yo salí de la Lehmann y vi al par de energúmenos esos pateando al pobre maecillo. Una gritada, unas seis patadas y un batacazo después, lo soltaron (la verdad no estoy 100% segura, pero eso pareció y eso espero). Yo caminé rápido, pensando que en la de menos le quitaban las esposas al carajillo ese -que si no es menor de edad, lo aparenta muy bien (una razón más para defenderlo de semejantes bestias)- y me las ponían a mí, porque en este puto país de mierda, es delito "desafiar a la autoridad". Pero no podía evitarlo, lo de HIJOS DE PUTA les quedaba justo - y eso, que me faltó lo de estúpidos, agresivos, asesinos y tras de todo, legalizados -.

Cito a quien lo dijo mejor y antes, que yo:

Cuando me cruzo con alguien preocupado por la "inseguridad", y me dice que tiene miedo que lo mate un delincuente en la calle, le digo que se preocupe, sí, pero que cambie de objetivo. Es mucho más fácil que a su hijo (o a usted mismo, por qué no) lo mate un policía, así, un día cualquiera, a la vuelta de casa.
Sigamos entonces igual. Pidamos mano dura y llenemos las calles de más y más policía. Que la policía siga matando sin razón y sin castigo, cada vez más. Un día nos tocará a nosotros, a usted, a su vecino. Quizás entonces sepamos por donde hay que empezar para vivir más "seguros".