gente que una quiere tanto,
que cuando se trata de ellos
- ella, en este caso -
el dolor ajeno
se siente como propio.
¡Lo siento mucho nena!
Sólo puedo ofrecerte mis abrazos,
mi hombro para llorar
y mis oídos para escucharte.
- Odio sentirme impotente -
mi hombro para llorar
y mis oídos para escucharte.
- Odio sentirme impotente -
No hay comentarios:
Publicar un comentario