10.15.2008

Mudanzas 2

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Hace más o menos un año,
les conté que ellos se fueron.
El y ella. Juntos.
- y... ¡puta, como dolió!

Dejaron atrás una historia,
una casa con silencios asesinos,
una forma de vida,
una familia
un nosotros.

Ayer regresaron (oficialmente)
con llaves y todo, regresaron
-aunque nunca se fueron del todo-
El y ella, los dos...
más juntos que nunca.

En el camión de mudanzas traen
-además de cajas, la cabeza de mono y el sillón-
nuevas historias,
nuevos ruidos en las sombras de la noche,
nuevos colores para las paredes
y para ese nosotros que no se acabó,
a pesar de lo mucho que –todos- cambiamos.
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Y es que… No es lo mismo, pero es -casi- igual.
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Por cierto, paralelamente, él -unico culpable de mi adicción a este espacio- se reintegró a la blogósfera, reactivó su viejo blog y abrió uno nuevo. Deberían leerlo.

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