12.26.2007

Instinto asesino

Recién desconecté las luces navideñas de mi sala de trabajo y espero que por la mañana, cuando lleguen las demás compañeras de trabajo, no las vuelvan a encender.

Llevo más de un mes de soportar su vomitivo tintineo durante las seis infinitas horas que dura mi turno, deseando con todo el corazón que se vaya la luz.

Desde hace dos horas que no estoy obligada a contestar "Gracias por llamar a Servicios Internacionales, que tenga Feliz Navidad" y eso me alegra muchísimo.

Lo logré. Sobreviví la navidad.

Fue mera cuestión de suerte, hay tanto trabajo que no me da tiempo de pensar mucho.

Y a pesar de que sigo viva, acabo de darme cuenta que hoy - más que cualquier otro día desde que adornaron la sala - tengo ganas de atropellar con mi silla el maldito árbol plástico lleno de lazos dorados, bombas y luces, descabezar a los estúpidos venados de paja que me vigilan desde el suelo, acumular las coronas, cintas y candelas que inundan la sala en el parqueo del edificio para hacer una hermosa fogata que combata este frío de la gran puta (...aunque aún no se si hace frío o yo ando el frío por dentro...), destrozar el horrible pasito, ahogar al niño jesús junto con las demás figuritas en la fuente que les pusieron a la par, usar las piedras del portal para aventarlas desde el balcón y hacer trizas las ventanas de las casas vecinas donde hayan lucecitas tintineando.

Pero...

Voy a reprimir mis deseos sólo para evitar que mi jefe me odie aún más, es un tipo creyente y amante de la navidad - hasta vino a la oficina hoy con gorrito de Santa, tengo que admitir que al menos eso me hizo carcajearme por horas, aunque en defensa de mi puesto de trabajo, tuve que hacerlo a escondidas -.

Sin embargo, ¡esto no se va a quedar así!

Las cajas que están en la bodega tienen que servir para algo y me quedan cuatro horas del turno para guardar entre periódicos y cartón - hasta el año entrante, al menos - a mis demonios de época.



Discúlpenme la falta de espíritu navideño,
este post es una descarga de ira decembrina.

6 comentarios:

LAbarta dijo...

No sé si es que este blog tiene esa función, mostrar una Daniela débil, de pálpito susurrado.
Pero desde hace días te leo y me dan ganas de decir: ¡Qué marica!, quee cobarde que te has vuelto, PENDEJA.
O será que siempre ha sido así; lo dudo.
En fin, sobrevivir, esa es la escensia de la vida.

wílliam venegas segura dijo...

Aún así, le escribo: Felicidades. Paz en la Tierra a los hombres y mujeres de buena voluntad.

Amorexia. dijo...

Ja me gusta esa versión criolla de grinch, yo odio el tumulto ya la locura que la mayoría llama "e$piritu navideño" la verdad es puro consumismo, pero a mi algo bueno si me deja... tengo tiempo libre y lo uso para estar con los mios mas allá de cumplir el terrible horario rutinario de trabajo, y puedo reinventarme, revisarme y replantearme y eso si lo amo. En mi casa hay árbol. pasito y hasta luces en la puerta con corona y todo, a mi hija le encantan, esa ilusión de niño no la pierdo gracias a ella, trato de hacer en mi vida, todo con la misma importancia con la que jugaba cuando era niño, y eso me mantiene vivo. A vos que te paso? reconciliate con lo bueno de diciembre, odia a los demas, hay que aprender a objetivizar bien nuestros odios... no generalizar.
Saludos desde mi hora mas oscura.

Andrés A. Villalobos Vargas dijo...

yo en mi caso y en mi vida siempre he sentido que a Diciembre le hace falta algo y algo le sobra...

aparte del consumismo y temas sociales... hablo de la vida en general...

Marte dijo...

Jajaja!! Bien decía un amigo, la única iglesia q ilumina es aquella que arde... yo lo paso en familia, pq es a lo que le doy importancia en esa fecha, lo demás me importa un bledo!!!

PD: Lo unico que me gusta decirte es felices fiestas TODO el año

oscar dijo...

Mae ojala un año no se aguante y despiche todo un 23 o algo así. Sería demasiado divertido. Yo si lo celebro pero me encanta su Grinch interno... jajajaja