2.28.2009

Mientras veo llorar a mi nena favorita, me crecen en el pecho unas ganas enormes de arrancarle la piel a poquitos y recuerdo que aunque una no entienda, existen patanes de patanes, ridículos, idiotas, absurdos, violentos y debiluchos por dentro... Patanes capaces de cogerse a una nena mientras ella llora, sin siquiera darse cuenta.

Y sí, en ese caso, coger se escribe con "g".

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