Las cosas no siempre tienen que tener sentido. Por ejemplo, a ella le gusta él (aunque diga que no tanto, se le nota) mientras que a mí me gusta el pan con paté, el olor a plástico de forrar cuadernos y el sonido de un cigarro quemándose.
Claro, me gusta también el muchachito que veo a través de la ventana, pero eso, además de no tener sentido, sería una estupidez casi delictiva (sin mencionar causa de despido).
2.07.2009
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3 comentarios:
jajajaj eyyy dani, si le hecan al pani yo la defiendo! muuuuak! que tan dificil....
nunca tienen sentido
no tienen que tenerlo
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