nuestra primera bandera
-estrella roja sobre tela negra-,
que unas manos adolescentes
cosieron desveladas
existe aun bajo alguna cama.
Saber que no estabamos
tanto, tan equivocados
que de algo sirvieron
los gritos, los puños y el sueño.
El dialéctico enredo de vacíos y absolutos que tengo pintados en la piel que llevo a cuestas... Mezcla de sangres, ritmos y vidas opuestas-combinadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario