3.28.2009

Reapertura y agradecimiento

Me alegra, me alegras, me alegrás. Sí, eso, me alegrás.
En definitiva, sos el culpable de la sonrisa.

Siempre lo supe y vos también (aunque dijeras que no), que la vida no pasa de a gratis pero que en cuerpos de fuego las pastillas no se devuelven una vez que rebasan la frontera de la laringe, como las palabras. Sabés bien, que la luz de las velas se refleja mejor en un cuerpo, cuando hay agua corriendo sobre la piel.

Y el dolor, la noche y el sueño; una cosa totalmente distinta, pero constante, otra parte de la existencia. Una de las mejores.

Por eso te quiero tanto. Porque me das paz, y no.

1 comentario:

Diego Zúñiga dijo...

Me gusto mucho este post!!