9.06.2008

¡¡¡OLÉ!!! *

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El tipo grandote ese mae que parece de piedra, pero es de nube – de vez en cuando se vuelve tormenta, lágrimas, enredos y problemas. La racha se agota porque él se cansa de explotar. Sonríe entonces – por un rato – y a pesar de todo, nadie entiende cómo…
Sonríe orgánicamente… desde adentro del pecho.
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Casi siempre coincide ese momento, con el instante en que la niña que le sostiene la mano se cansa de aguantar, de sonreír, de sostener… de parecer inmune al temporal. Le explota la vida en la cara y pierde el control de la rabia.
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El tipo – al menos – se queda a su lado. Sigue sonriendo, espera y consuela. Le acaricia la cabeza, como ella lo ha hecho tantas veces mientras él duerme y el “te quiero” al oído, es – en ambos casos – anestesia suficiente.

Así, ambos entienden que esa cosa a la que llaman “quererse” también implica llenar huecos con lágrimas compartidas y construir sonrisas - que no sean de cartón -.
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...y mientras se quedan dormidos la noche *les canta...
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