
los lentes,
las pupilas
y los párpados.
Me tiemblan los dedos
sobre tu piel dormida
y el duende morado
deja manchas en el suelo
al caminar.
Necesito mar
y bosque salado,
café fuerte
y luz de tarde.
Los pies reclaman la arena
y el cuerpo las manos.
Esas, precisamente.
1 comentario:
Es curioso pero regreso acá cada vez que puedo y siempre, siempre encuentro algo en lo cual me sienta reflejada... A veces tan intensamente, que asusta por la similitud de sentimientos.
Quizás sean simplemente los lazos de género.
Pero, aunque sea trillada la frase: me encanta cómo escribís.
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