Esconderme en las esquinas de tu boca y amanecerte en los brazos cansados y somnolientos mientras la mañana me cuenta que nada fue cierto, que no hubo golpe, que Pinochet no existió y que alcanzamos la verdadera democracia, que no desaparece gente, que no se murió John Lennon, que África no padece hambre y SIDA, que nadie debe huir de esa otra casa querida porque la mara persigue. Poder vivir en paz, amar en paz, sin sangre, dictaduras ni duelos.
Quisiera, sí.
7.03.2009
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