8.31.2008

Avance noticioso

Después de tanta mierda
de los coscos,
las crisis,
el café salado,
los ladrones,
los enredos y moretones,
el cheesecake añejo
y demás catástrofes

Las cosas se calman,
o se equilibran,
- no sé -
pero igual es bueno.

La ventanas y el hogarcito
se visten de amarillo, azul y verde.

Méjico nos invade la cocina,
el sol evapora la bruma ipiseña
y el tiempo se cuelga en la paré.

Pronto llega,
un alguien chiquitico,
lógicamente,
para quedarse.

Ella se va al otro lado del charco
- a lavarse las sombras de la cabeza -
a traer piedritas y arenas raras.
Raras y fascinantes,
como ella... como tod@s nosotr@s
- cada quien a su manera -.


Ah… voy a cumplir 23
en la fila E, asiento 12
(al frente y al centro)
temblando, sonriendo
y - por lo menos - tarareando...
con ella al lado - como debe de ser -
y justo frente a él



¡sonrisa!

8.29.2008

Este mes en la MalaCrianza

Un post falaz que me encontré navegando por ahí me hizo cambiar de tema para la MalaCrianza de este mes, así que les comparto mi intervención en el suplemento de setiembre. Los comentarios son bienvenidos- como siempre -.

La despenalización del aborto
Una lucha pendiente

En Costa Rica y en los demás países donde el aborto está prohibido por ley, las mujeres vemos reducida la capacidad de decisión sobre nuestros cuerpos y sobre nuestras vidas, pues se nos impide definir si queremos – o no – ser madres, cuándo y en qué condiciones.

Esta limitación a la libertad carece de sentido, ya que se ha comprobado científicamente que en las primeras doce semanas de embarazo, no existen funciones vitales autónomas en el embrión que indiquen que está vivo.

Son por lo tanto, regulaciones que se desprenden de principios estrictamente religiosos y patriarcales, que violentan la esfera más íntima de la mujer: su cuerpo.

Peor aún, en naciones como Nicaragua, aún el aborto terapéutico – práctica médica que permite interrumpir el embarazo cuando la vida o la calidad de vida de la madre está en peligro – se penaliza, por lo que las mujeres mueren por falta de atención médica o en el intento de terminar con tal situación que puede haber sido resultado de una violación, abuso o aún más comúnmente, porque pone en peligro su vida.

Así, datos provenientes del vecino país, indican que la mortalidad materna ha aumentado alarmantemente desde que se prohibió el aborto terapéutico en octubre del 2006, con la complicidad parlamentaria del partido hoy gobernante.

En nuestro país la situación no es tan distinta, pues a pesar de que este procedimiento está permitido, son pocas las ocasiones en que se lleva a cabo y para que así sea, debe contarse con la aprobación de tres médicos y el compañero sexual de la mujer que lo necesite.

Así, las mujeres vemos una y otra vez violentada la potestad de decidir sobre nuestros cuerpos, porque los estados autoritarios, patriarcales y religiosos consideran que no estamos en la capacidad de decidir por nosotras mismas.

Esta situación no es sólo indignante por su carácter represivo, sino que representa un alarmante problema de salud pública. Miles de mujeres alrededor del mundo acuden a métodos caseros o poco confiables que ponen en riesgo sus vidas, con tal de acabar con un embarazo no deseado.

Mientras tanto, los cínicos gobernantes y grupos religiosos se hacen de la vista gorda ante la realidad y levantan autistamente la bandera “pro-vida”, aunque muchas mujeres mueran por causa de las prohibiciones que se les imponen.

Aunado a esto, la prohibición expresa y penalización del aborto las revictimiza, al perseguirlas y culparlas por el simple hecho de no querer ser madres en una situación particularmente compleja. El Estado, las comunidades religiosas y el poder patriarcal se unen en esta ofensiva asesina y mutilante. Violencia sobre violencia.

Se debe considerar también que estas prohibiciones no atacan a las mujeres por igual, sino que se ensañan especialmente con aquellas que carecen de solvencia económica, pues para nadie es un secreto que a pesar de la ley, operan en todos los países clínicas privadas que practican estos procedimientos inescrupulosamente, ya que cobran grandes cantidades de dinero – del que no todas las mujeres disponen –.

Así, las mujeres de clase alta que deseen interrumpir un embarazo podrán fácilmente pagar las altas sumas que les permitan no sólo una intervención segura, sino también asistencia médica en caso de cualquier inconveniente posterior.

Por el contrario, las mujeres que no disponen de recursos, tienen pocas opciones felices: ser madres a pesar de sí mismas, recurrir a dar en adopción o abandonar a sus hijos con todo y la condena social que esto implica o recurrir a procedimientos brutales, invasivos e inseguros para acabar con el embarazo.

Ante tanta violencia, las mujeres y hombres conscientes estamos en la urgencia de levantar la bandera de los derechos humanos para exigir la laicidad del estado y por lo menos, la despenalización del aborto en nuestros países.

Por estas razones – entre otras – es que a partir del año 1990, se celebra cada 28 de setiembre el Día Internacional por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, una iniciativa que reivindica los derechos de las mujeres como seres humanos, a quienes el estado, los hombres y la iglesia, deben respetar.

El camino hacia el reconocimiento pleno de nuestra libertad, el derecho del que debemos gozar sobre nuestros cuerpos y la justicia que garantice las mismas oportunidades para todas en materia de salud, es apenas una de las luchas que - como sociedad - tenemos pendientes y que ya es hora de poner en marcha.

8.27.2008

Un huevo no es un pollo

.
(Una de esas cosas que una se encuentra y no puede evitar darle copy-paste)
Por Pedro Lemebel
La Nación, Colombia

"Alguna vez le pregunté a mi madre si se había hecho algún aborto. Me dijo que sí con aburrida indiferencia y después hablamos de otra cosa, mientras ella apagaba la tele donde el cura Hasbún vomitaba sentencias y amenazas con cola de lagarto."

Algo hay que decir, al menos desatar la ira frente a la impudicia de cinco momias del Tribunal Constitucional que se arrogan el derecho de apoderarse del cuerpo de la mujer para decidir sobre sus proyectos fecundatorios.

Pareciera que después de tanto andar en el difícil trayecto de la liberación, ciertos proyectos de identidad que creíamos ganados son remitidos a la mazmorra feudal del catolicismo inquisidor. ¿Pero quiénes hablan de la vida y la familia con la boca llena de espermios vinagres? La misma derecha miliquera cómplice del crimen a mansalva.

¿Quién habla de la vida y pone los ojos blancos mirando al Altísimo? El mismo prelado al que se le espumea la boca negando el condón, que es el único salvoconducto en la frontera del sida. ¿Acaso, señor eclesiástico, su celibato pedófilo es más recomendable? Tal complicidad retrógrada entre los magistrados y la curia violenta el derecho que tiene toda mujer a decidir sobre su cuerpo.

Si no eres dueña de tu cuerpo, mujer, ¿de qué mierda eres dueña? Mujer pobre, mujer proleta, mujer obrera, cansada de trabajar, lavar, educar, amamantar a la prole que, según estos beatos, te manda Dios. Como si Dios te diera un bono de mantención para la crianza. Como si los críos vinieran con una beca divina. Mira tú, si los ricos Opus pueden darse el lujo de parir a destajo porque les sobran las lucas.

En el fondo, como dice una amiga, este pastel podrido es segregación clasista. Que tengan guaguas como conejas las cuicas UDI, que tienen servidumbre para que les críen a los nenes blanquitos. Porque también, si ellas no quieren, pueden hacerse el aborto de un millón, en el fundo o con el médico de la familia, y después llegar regias al cóctel en La Dehesa.

Pero esa realidad glamorosa no es la suya, señora pobla. Con cueva ha logrado tener tres niños, y aun así, usted y su marido se sacan la chucha para educarlos. Y esa monserga de la vida, del huevito, del feto de días que piensa, canta ópera y recita la Biblia, el feto filósofo que es más que un ser humano.

Quién sabe, quién tiene la seguridad del momento cuando empieza el mambo de la vida. Pura culpa y más culpa que le meten en la cabeza. Como dice mi amiga feminista Raquel Olea, ¿cuando usted se come un huevo, qué se come: un huevo o un pollo? Dirán que esto es facilismo. ¡Manual feminista!, gritará alguna cuica: Opus. ¿Y qué? Todas las mujeres populares saben del aborto, del palo de perejil, del alambre y de los riesgos que corren con las aborteras clandestinas.

Además, todas conocen los malos tratos y crueldades a que las someten en las postas públicas cuando llegan con hemorragia. La culpa cultural es la construcción madre, virgen y mártir que ha hecho esta sociedad occidental de la mujer. ¿Qué sabe el hombre de un cuerpo agredido en su género desde que nace? Nació chancleta, decía antes la gente, y las perritas se ahogaban en el río.

Lo mismo pueden decir de mí; qué sé yo de esto, de un territorio corporal tan vasto y mortificado por un designio religioso y parturiento. Y quizá tendrían razón, pero me complicito con la libertad del cuerpo mujer y sus decisiones de supervivencia, de tener o no hijos, de tomar la píldora del día después, después de tener un rico sexo espumeante. ¿Por qué estos rígidos señores condenan a la clase trabajadora a tener sexo sólo procreativo? ¿Y si el polvo era sólo por calentura casual?

Si la cachita era sólo para pasar la neura, sólo por deseo. Ustedes, señoronas de misa dominical, ¿conocen la palabra deseo? ¿O sólo se abren de piernas para tener hijos? Pero ese es problema de ustedes, y no tienen que imponer esa moralina al país entero.

Tampoco se crean las damas zorrijuntas que llegar al aborto es una gimnasia recreativa. Si fallaron las pastillas, si no resultó el tarro, si el condón se rompió, la colegiala, la pobladora, tiene que vender lo que no tiene para arriesgarse con un raspaje con gillete mohosa.

8.26.2008

Woody Allen era un genio


.
"I had a mad impulse
to throw you down on the lunar surface
and commit interstellar perversion
with you"

.


Ajá, sí...
Eso mismo.

8.23.2008

¡Se recibe auxilio!

.
Talvez...

Yo sea la patética,
la pobre estúpida,
la típica "amante" enamorada
del clásico cretino sexy,
adorablemente mentiroso,
aún casado y con hijos
- pintados en el alma,
además de en la piel
-,
que espera ansiosa
un papel que no llega
y que se pone triste
en media fiesta
por sólo pensar
en "esa" horrible posibilidad...

...o talvez no...
.

8.19.2008

...encendí un cigarro con una vela...

... y es muy probable,
que talvez, en un microsegundo...
haya matado a uno de tus imaginarios marineros.

No sé si eso me importa,
pero sé que significa algo.

El punto es que antes de eso,
mi respuesta era un "SI" absoluto;
y ahora es NO -sin comillitas-.



Y además, es definitivo.
No significa que ya no te ame, sino que me cansé de esperar. Se sanaron las heridas y entendí que puedo seguir sin vos (y sin que me duela) y perder el miedo - en el camino - dejó de ser un "pendiente" en la lista de la que te hablé.

8.18.2008

...

.
Eso
que pasó anoche,
definitivamente amerita un post
(en realidad deberían ser varios)
pero no tengo palabras suficientes.
.

Aclaración post-día de la madre.

.
.
Dios no existe
.


Punto.


Y aunque usted no lo crea, señora mamá, se puede sobrevivir sin él
(en paz y sonriendo).

8.13.2008

Así sí duele que haya caído El Muro...

Puta!... no me jodan...

Es el colmo, ahora - hasta en gimnasia atlética - son los gringos y los chinos los favoritos para ganar oro...
Así no dan ganas de palmarla o madrugar frente al tele...
Me indignan las olimpiadas y es en muchos sentidos, no sólo en este, con el que coincide al menos el comentarista de las (in)justas ayer.

8.11.2008

Back*

*del verbo to be.

Y eso,
que aún,
estoy cansada.

...y mucho.

No tengo sueño,
ni moretones,
sólo cansancio...
de ese feo y pesado,
que una carga en el alma
y que se lleva a la tumba.

O al menos,
eso creo.

8.05.2008

El es un idiota...

...un tarado machista
que no logra entender
que mi cuerpo es solo MIO
y que NADIE más
decide quién, cómo y cuándo lo toca
...¡y quién NO!


...y todavía el muy imbécil se atreve a preguntar si "estoy enojada"...

8.02.2008

Machito...

Mi amor,
¿dónde te fuiste?
quisiera saber donde andás.


Estás frente a mi
y no podés verme.

Génesis llora,
papá no despierta.
La nena ¡no entiende!

¿Qué pasa ahí dentro?
Contáme, macho...
¿Que hiciste o hicimos mal?

Talvez hubo algo en estos años,
algún maldito demonio interno
que te asesinaba de a pocos
mientras besabas labios de alcohol.
.
Despertáte Esteban, que acá muchos te necesitan.
Dále machito precioso, hacélo por los viejos tiempos y sin pedir perdón...
Levantáte de esa puta cama, que me aterroriza.