1.31.2008

Ley de Murphy


Este mundo APESTA
(en todos los sentidos)

1.28.2008

Auch!

.

Hay pequeños golpecitos
que se conjugan
en un gran golpe bajo...
.

1.25.2008

Mis manos dibujan su espalda,
mis labios recorren su cuerpo,
su pecho,
su abdomen,
sus caderas,
su pelvis,
su sexo...


Gemidos,
sudores,
besos,
murmullos,
jadeos.

- "Cómo te extrañé", miente.
.

(...Es la única forma de que lo diga...)
.

No me importa

.

.
De hecho, me encanta.

Diego

.
...mi Diego!
.
¡Imposible!

no pensarte,
no extrañarte,
no soñarte...
¡no desearte!
.
.
si nuestro viejo puerto despierta
tras la noche de Luna Llena...
.
Imagino encendidos los planos de Acosta
al compás de tus manos de fuego.
...
.

1.18.2008

¡eLLaS!

(distintas entre ellas, igualmente vitales)
No necesitan introducción
no hay manera de explicarlo
no me interpreten...
léanme esta vez!


Ellas...
simplemente son… y punto.

Ellas,
son sólo ellas
ella y ella,
mías - sin serlo –
mis chicas.

La mujer que amé.
La mujer que amo.

Ella, tiene piel de almendra,
ojos de azúcar morena,
sabor a mar y piña,
olor a alquitrán en Santiago.

Es mi muchacha corazón de tiza,
inevitablemente…
sin cura posible.

La amé con el alma,
con la piel entera.

Besé su rostro,
amé sus manos.
Sus dedos tocaron mi espalda
sus labios rozaron mis muslos
sus pechos me devolvieron la vida
sus piernas me resumieron la poesía
y sus caderas me mostraron un mundo nuevo.

La amé con locura,
con vino, ceniza y luna.

Como la arena de aquella,
nuestra playa,
mi chica es infinita,
imposible de dejar atrás.

Mi corazón dejó de amarla,
mi piel la ama porque ella me ama.

Ella, tiene ojos miel de abeja,
olor a plaza llena de gente,
murmullos de bosque en el pelo,
sabor a esperanzas y sueños
y manos que moldean vidas.

Es mi artista en solitario.
Un lienzo en blanco,
que se pinta a sí misma cada mañana.

Refresca mis mañanas
me levanta,
me acompaña
siempre está - aunque no esté -.
La amo con el alma
con los versos
con la mente.
Es intermitente, mi chica,
a veces su boca me borra sin besos
y sus letras me aguijonean.

Desaparece de pronto
la busco en sus adentros...

Me ama entonces.

Sus rastros en mi espalda,
me prueban su existencia
cuando su luz se apaga
y mi amor se desorienta.

La amo y la amaré siempre
sólo porque disfruto amarla.

1.15.2008

Sexo sin amor


Letras - backspace
Letras - backspace
A veces sólo "enter"
.
Estoy inquieta...
Sólo se que algo se me antoja...
Tiene sabor, olor y color propio...
Reconozco - desafortunadamente -
que hoy mi antojo tiene también
nombre propio... y apellidos.

1.11.2008

2007

A finales del año pasado leyendo los garabatos de la Nice, me entró la necesidad de copiarle la tradición y hacer un recuento. A falta de pautas temporales universitarias (dígase, semestres) mi vida transcurre por años, así que, con el ya obtenido permiso de copiar la idea de mi amiga, acá les va mi recuento de este cataclísmico 2007 que – por suerte – ya acabó, pero a falta de tiempo para hacer catarsis, se publica un poco tarde.

Fue un año de cambios, choques, rupturas, encuentros y reencuentros, simas y cimas cada día, cada minuto, cada segundo de esta cuenta del sol. En todos ellos, una misma soledad adentro. Un año multicolor y multisabor que termina - como un buen trago - con un tremendo dolor de cabeza y un mal sabor de boca.

Un agarrón, malas lecturas, una ruptura, mil discusiones, siete balances mal hechos, una secta, alerta en los coles, irme para crecer y volver, un camarada menos – espero que sea temporal -, un comité, mantas, camisetas, volantes y marchas, un 30-09 en Paseo Colón, un referéndum, un balance trotsko, abrir los ojos… todo era mentira y lo sabíamos, una decepción inicial por inopia, miopía y desvinculación todo el tiempo, unas elecciones, dos campañas de miedo, un memorando, una esperanza en los ojos de mi chica favorita, una marcha nocturna para recordar cómo comer línea, renovar contacto, unas cuantas reuniones; muchas planeadas, muchas fallidas, dos efectivas, una resolución, una familia que celebra tarde el año nuevo, muchos nachos, palomitas de olla, cafés, cigarros y pupusas, la brillante época de la economía de tallarines con soya, 10 cocacolas gratis con una sola tapa, un rito extraño, una casa que traquea con el viento, mis historias escondidas en las hendijas del suelo, vino y marihuana para dormir de día, unos sillones feos, un colchón que apestó a pegamento por una semana, una chef en casa, un tocadiscos, tango por las mañanas, el Rincón de Alex, El Pueblo sin boinas y la muerta de hambre, una ida pendiente a Karymar, poker y cacique los sábados, Bailando por un Sueño, desayunos de política y género, un cómplice en casa, la moral revolucionaria que apacigua, madrugadas en la ventana, un susto, Rosita y el 99, Sex and the City antes del trabajo, litro y medio de café por la mañana, un clóset enorme y bisutería compartidos, disfrazarnos de comeflores, quemar los frijoles, Políticamente Incorrectas y Mariscar, la comida deliciosa de Espuelas, un cambio de chef, una limpieza profunda nunca hecha, un tiempo difícil, el cuarto de los gritones, una separación dolorosa, la casa por la ventena, las mudanzas y el cierre de una época adorable con calendario perdido, un amigo-compañero-enfermero-camarada-almohada-amante-confidente-pañodelágrimas-familia maravilloso, un cuerpo con alma en mi cama, unas manos que amé, la defensa de la barba, unas chancletas, un buzo azul para dormir, camisetas sin mangas, el cielo y el fuego de Montezuma, el cine, sábados en la feria a mediodía, helados de palito, guápiles por la pista con sombreros y sonrisas, el 88 y Sand de vez en cuando, el lado izquierdo de la cama, un colchón que destrozaba mi espalda, una canasta de ropa sucia, aceite de ajo, vino y queso para celebrar a lo burgués, amor con sexo, una familia extraña, un ventilador haciendo el único ruido de la madrugada en el cuarto, una perdida en moto, comida china, palomitas con pimienta y canela, un dicho mejicano, despertar a alguien cada mañana, el odio al suavizante, desayunos en la cama con sabor a carcajadas, un desgaste, la miopía de nuevo, un silencio, sesenta mentiras, una traición, un secreto bien guardado, mil castigos, la foto que nunca tomó, una ausencia, una rehabilitación aún en proceso, dormir en el sillón, ser lo peor que le pasó a alguien, llorar en público y conscientemente, abrir heridas, echarles sal, extrañarlo, extrañarme. ExtrañarNOS, al final. Un final. Un mal final. Un mae tímido, chistes pasados de tono, un “mucho ring ring y nada de helados”, una probadita, acumular banco, cigarros por excusa, una conversación complicada, una madrugada – vino para mí, smirnoff para vos – para pensar, una mala decisión, un extraño e incómodo almuerzo en el Mall, un par en la soda – ¡que difícil es esconder esto! - un carro chata, una cruel canción de Plaza, miradas escondidas, correo saturado, la envidia ajena, una compañera que no me habla por tu culpa, un desayuno en el suelo, un postre delicioso, un café en Burger King con lluvia y abrazos en público, café con leche fría y dos de azúcar, dos chocolates y una galleta, helados con picaritas, un beso arriesgado, una bicicleta, tres posts, tus celos y los míos, muchas rarezas, ser la teoría del caos, un viajecillo a la sabana, policías vigilantes, el parque de la paz, ser “la otra” y que no me importe, vidrios empañados, interceptada en la calle camino al trabajo, alguien no fue a mi cumple, meses de silencio, un volver al inicio, llamadas telefónicas, una visita a mi casa nueva, una taza de buen café, sexo con lágrimas, besos no permitidos en lugares arriesgados, “un vino, cuatro paredes, vos y yo”, la intermitencia, una aventura ilícita, deliciosa y dolorosa, extrañamente no concluida – hasta hoy, al menos -. Volver a ser yo, sólo yo, dos separaciones y una boda, una despedida de soltera y una de soltero (que noche más rara), Fernanda para que me duelan las piernas, Dolores para calmar el ánimo, un chivo del Fran y Esteban, escuchar Sabina y Plaza al despertar, nuevos amigos, el 88 más que nunca, Eric´s Copas, una catarsis con gatos y espirales de pintura, sexo con sentimiento y sin amor, el piso manchado de la sala, un feria de las artes sin remordimientos, tres meses de día que trajeron estragos y amigos, una borrachera con Chiper para cuidarme, asma y gripe para irme de fiesta, el 193 en el ocho y de litro, un cumple con arrestos y Yagermaisten, una casa nueva, arroz quemadito, la muerta de hambre de San Pedro por café y a dormir, un pastel de arándanos aún pendiente, una frazada que huele a frazada, mucho cine y The Big Bang Theory – a veces amo mi horario -, dos hermanos perdidos y recuperados, un llanto con sonrisa nueva en la familia, una noche de reggetón, una de luna llena, sexo sin lágrimas, Heineken y modelitos, una lluvia de estrellas, hormonas alteradas, un beso a escondidas (¿o fueron más?), una cafetera, una almohada, el genial suavizante sin enjuague, lavar las sábanas cada semana, un cepillo de dientes, la persecución de la Ley de Murphy, una lavadora nueva, Mafalda en el cuerpo de mi amigo, doce kebaps sin miedo y con nostalgia, el trabajo sindical, las marchas sin consignas, el himno al ICE diez veces en un solo día, cojer en la oficina, un bloqueo catastrófico, manifestaciones frías y tibias, una moto hermosa, los idiotas autolumpenizados del 4to piso, un graffiti que me dio gastritis, varios rayones que me hicieron reír y sentir lástima, un “hay que matarlos”, un Santa Claus en Pathfinder del año con el que es un riesgo salir, noches bizarras, más celos, una españoleta a lo Almodóvar que se volvió carioca al ritmo de la máquina de la macha, sexo sin lentes y con aretes que suenan, una manita que dice NO si la cama se mueve, una despedida, dos Lucys, la cara congelada, Alannis de vuelta – uninvited, as always -, cosmopolitans, mohitos y caipirinhas en la cava de Il Pomodoro y de ahí a una fiesta de trotskos con el six pack de Pilsen Roja de siempre, la crisis informática, tener celular, irme de fiesta y llegar a casa sin celular, tener celular de nuevo, ser víctima de un robo y de nuevo sin celular, comprar un gajo y finalmente no quedarme sin teléfono, Ubuntu y el mundo de los pingüinos que al fin medio entiendo, igoogle, cien mil fotos, el diseño de un tatuaje nuevo, una nueva habitante en la sala de descanso, la época más grinch de mi vida, un tele decente, un chorreador propio, botas y paraguas nuevo para un día en que fui Amelie Poulain, un amigo para hartarme de comida chatarra, reír y llorar, almuerzos en la tortu y Soda la U, un café en la muerta a las 3AM y sin fiesta previa, conversaciones en la acera del aparta, tres días en la playa sin salir de la habitación del hotel, tres cervezas crudas, un muelle, salchichas viejas, yogur con granola, una caminada en la arena inundada, una llorada, una cerveza en el caño, malas películas en el cine, una fiesta de sociales, volver al semanario, la mala con M y la mala dolida, un cuento a medias, un balance acertado, café de aniversario, tamales de navidad, un consejo de gobierno con Vini, giras canceladas, una incapacidad depresiva, un mural desesperante, un mal polvo, una cena de fin de año, mis primas-amigas-madrinas insustituibles, un aparta feo y un gran ganador, un desayuno en el suelo de la cocina, unas elecciones, una convergifiesta familair, el Bals del Obrero, un amigo que paga pizza para todos, dos latinos en Wendy´s, Mocaccino de Entre Pans, el Teatro Nacional, la Plaza de la Cultura, aretes enormes, un carro chiva y carísimo, una fiesta en el chante sin tomar, reyes magos enormes y unos camellos demasiado pequeños, ser prestamista, un queque navideño, una madrugada sin decidir ni empacar, un abandono el peor día, un viaje eterno, una caminata, leyendas de montaña, "no compramos masmelos", chimarme montando a caballo, el tope de Las Mellizas, un par de golpes en la cabeza, una cama ajena, los ojos del hijo de un columnista, un rally, perdernos en… ¿dónde estábamos Diego?, una foto con Cory y Colón, una Ire desde hace mucho, merecer esa semana, un casi primo de vuelta al juego (¡qué miedo!), un 31 de fiesta eterna (¿ya terminó?), cultura chupística con champaña, un mensajito estúpido, una sonrisa en la contestadora y dos segundos antes de terminar el año un…

“¡SE ACABÓ EL CARNAVAL DEL DIABLO, NENA!”

Ufff… tiene razón Nice… se siente rico!

Versión 2

Quiero otra cicatriz,
otro adorno en la piel,
sangre, tinta y sudor,
espirales y laberintos,
reflejo del vicio de ser mujer.

Tus trazos, mi espejo...

me conocés más que yo misma,
garabatea conmigo...

con el bizarro concepto
que no puedo evitar ser.

1.10.2008

CULPABLE

De vez en cuando te invito a pasar la noche en mi cama para disfrutar jugando con tu piel bajo las sábanas.

Me enredo en tus abrazos
te atrapo entre mis piernas
degusto de a poco tus sabores
me devoro tu sudor y tus jadeos
me pierdo en el carrusel
que tienta bajo tu ombligo
te trazo surcos en la espalda
muero un segundo sobre vos
sintiéndote vivir bajo mi cuerpo.

Cuando acaba el huracán...

Me meto entre tus brazos,
escondo mi cara en tu pecho,
y dejo que me arrulle tu latido.

Dormimos juntos,
desnudos,
abrazados,
extasiados.

Al despuntar el alba
me gusta sentirte cerca...
Tus manos sobre mi cuerpo,
mis muslos envolviéndote aún.

Me acurruco más en tu cuello
y me cobijo con tu respiración,
abrazo tus abrazos,
beso tus besos

y me miento...

Cierro mis ojos y por un rato,
me gusta pensar que vos

sos otro...

Mis ocho sonrisas

Este blog no suele ser muy alegre que digamos, porque generalmente (dándole la razón a mi muy querido Kamikaze) este es mi lado patético, cursi, llorón, a veces medio suicida…

Sin embargo y gracias a la ocurrencia blogera de mi pequeña favorita, ahora estoy forzada – es un reto, pero soy de esas mujeres que no pierden – a contarles ocho cosas que me hagan feliz…

Después de un par de horas de pensar en el asunto tengo una lista como de cincuenta cosas que causan ese efecto, pero bueno, parece que el reto sólo permite ocho…

Así que, seleccionadas al azar, ahí les van ocho de mis sonrisas:

1. Reír con gente que ríe con ganas – se me vienen a la cabeza Monique, Barb y Nice – me encanta. Me gusta la gente que se carcajea en plena calle, café o soda sin importar que todo el mundo vuelva a ver, me gusta reírme con ellas y ellos... así, con ganas... hasta que duela la panza o haya que sostenerse, para seguirse riendo.

2. Cojer con alguien que coja rico... ¡pero rico de verdad!
No sólo es requisito saber moverse y ser flexible. Hablo de cojerme a alguien que disfrute lo que hace y que demuestre si le gusta lo que le hago, alguien sin prejuicios, ni limitaciones morales en la cama. Me gustan los maes creativos, espontáneos, sin miedo a contar y cumplir fantasías, los desinhibidos, los sexohólicos como yo; y más me gusta tenerlos jugando entre mis sábanas…
Haya o no amor, una cojida liberada y liberadora, me hace feliz.

3. Escuchar a Kaelan, Mariana o Samuel decir “Tamo Tanani” – para aquellos que no leen idioma pre-2-años significa “Te amo tía Dani” - por teléfono cuando los llamo en las mañanas y comérmelos a besos cuando los veo y es lo primero que me dicen, mientras extienden sus pequeños bracitos para que los alce.

4. Los libros… Me gusta verlos, tocarlos, leerlos, olerlos, sentirlos… En las librerías, en la oficina, en el estante de mi cuarto, en las bibliotecas de la U, en la Biblioteca Nacional (ese podría ser un punto aparte, sólo entrar ahí es mágico)… Poesía, novela, ensayo, política, historia, biografías… Un buen libro o mejor, una montaña de ellos.

5. Pasar la noche entera frente a la playa con amigos, una fogata, vino y “masmelos” para asar, esa combinación funciona especialmente en Manzanillo y Montezuma, esos lugares tienen un no-sé-qué que me pinta una sonrisa que puede durar un mes, es como magia escondida entre las piedras. Me alegra especialmente estar ahí cuando hay Luna Nueva o Cuartos, para poder ver estrellas fugaces reflejadas en el mar, justo antes de que se asome el sol.

6. Una conversación con café, pero no cualquier conversación mientras me tomo un café, sino una de esas habladas que pueden hacer que una sola taza rinda tres o más horas y que pasan por la política, temas de género, cuestiones personales, cine, literatura, física, metafísica, matemática, chismes, chistes, etc. Eso tiene definitivamente nombres asociados no omitibles, aplica a: Nice, Carlos, Roberto, Johan, Y-ral, Silvia, Otto, Cory, Diego, Eric, Federico, Sandra, Adrián, Daniel, Francisco y Allan.

7. La rutina de ver el amanecer desde el balcón con un capuccino - la máquina de café de la sala de descanso es otra sonrisa - en la mano, que den las seis, subirme a mi bicicleta - ¡¡¡Amo a mi Fernanda!!! - y cruzar la U pedaleando despacio y respirando el airecito frío de la mañana mientras Dolores O’Riordan o Joaquín Sabina cantan - sólo para mi - hasta que llego a casa.

8. La danza es definitivamente el éxtasis de mis alegrías.
Es fascinante bailar y escuchar las tablas del escenario traquear bajo mis pies, eso me libera y me domina, porque puedo expresarme sin hablar y mientras me divierto. También me encanta verla desde una butaca y poder sentir que la música me recorre aunque esté sentada generalmente, boquiabierta y maravillada.

¡Listo!


Terminado este post, no me parece ya tan mala la tarea asignada
me alegró esta madrugada que empezaba fría, silenciosa y vacía
para envolverme en el recuento de pequeñas alegrías cotidianas
esas mismas, que – por suerte – estoy forzada a enfrentar pronto
...

1.09.2008

Recordando al muy querido y admirado Neto:

" Yo tengo hijos como de la edad de ustedes,
pero claro, ellos son distintos... son gente normal"

De pronto se me asoma una sonrisa a la boca
veo a los dos camaradas que toman café conmigo,
dos que han estado por miles de cafés,
que me han visto llorar, gritar y reir,
que me cachetearon y me cachetean...
dos maes que están y son,
que estarán y serán siempre en este lienzo.

Esa "anormalidad" que suena denigrante
es precisamente lo que nos tiene aquí y ahora,
el motivo que nos vincula y nos afirma
que impulsa esta forma de vida,
este anhelo de reconstruir la sociedad.

Entonces se vuelve maravilloso ser anormal
y el café compartido así, sabe mejor.


Una esperanza compartida es la más deliciosa locura
y a la vez, la mejor excusa para no dejarnos morir.

1.08.2008

Sombras de un cigarrillo

Me cansé de pronto
me dió asco
talvez muchos años
talvez demasiadas cajetillas.

El café no sabe igual
la cerveza es menos amarga,
a pesar de eso,
simplemente no tengo ganas.

Hoy estuve cerca
y sentí náuseas.

Talvez mañana cambie de parecer
puede que se me antoje su humo
por hoy toso menos
y mi piel recobra su olor.


Es probable que deje de escribir por un tiempo,
es consecuencia inevitable de mi rehabilitación.

1.04.2008


El aire helado me golpea la cara
me aclara la mente
calienta mis muslos
hasta que arden.

Tambores
un piano
contrabajos

dos, tres, cuatro...

Mis pies desnudos sobre el asfalto
Dead Can Dance
a la vuelta de la esquina
en mis tímpanos.
Recién arranca la rutina
las zapatillas siguen secas
no hay vendajes en los dedos.

seis, siete, ocho...

Correr es solamente un paso
...primera, tercera y doble...

Pasos
arcos
giros.

Pronto.

dos, tres, cuatro...

El golpe sobre la lona
marca la pauta de un cuerpo
libre.

Bailar - a veces - es estar viva.

Un pasatiempo
un modus vivendi
un golpe a la existencia

Irreverente, al fin.

seis, siete, ocho...

Arte en las venas,
en los tendones tensos,
en los músculos amoratados.

Ritmo, simplemente.

Imposible...
Volver a las tablas
sin morir sobre ellas

1.03.2008

2008

Hoy oficialmente arranca mi año, hasta ayer llegaron mis montañosas vacaciones y hoy, después de ocho horas de viaje, vuelvo a la rutina.
Pero ahora algo es distinto, porque como dijo mi nena al dar las 12:
Esto se acabó, ya fue suficiente.
Muchas cosas se cerraron el 31 a las 00:00 para mí - no porque el Año Nuevo sea mágico y en una cuenta regresiva el mundo cambie radicalmente - sino porque así lo decidí.
No creo en eso de los propósitos de fin y principio de año porque al fin y al cabo, se quedan en pura hablada y sólo lo que una de verdad quiere hacer y está en condiciones, lo consigue; lo haya escrito como propósito para el nuevo año o no.
A pesar de eso, para mi el 1 de enero amaneció distinto - además con una goma de la grandísima- hay cosas por dentro que se sellan, se abrazan en recuerdos y puedo sonreir viéndolas de lejos, porque así lo quiero.
Ahora vienen 365 días (bueno 363, ya se me fueron 2) para escribir cosas nuevas y dejar manchones de colores en todas las vidas que pueda.
Nos cae de golpe un Año sin Efecto del Niño... Eso es raro y definitivamente la vamos a ver fea con eso del clima, pero al fin y al cabo, los malos tiempos son para aprender a hacerles frente.
Así que a quienes leen de vez en cuando este espacio les deseo un 2008 lleno de complicaciones, cagadas y tormentas, para que puedan descubrir más sonrisas o por lo menos, el maravilloso sabor las pocas que aparecen cuando escasea la esperanza.